Lo primero que Él me dijo: “Vas a hablar a la iglesia esta mañana. Les estarás hablando a los ministerios, de la oración. Quiero que seas Mi portavoz. Háblales despacio, gentilmente, con urgencia divina, porque tienen un sueño, y tienen una visión que debe ser realizada porque Yo se la he dado.
Ellos son Mi pueblo. Pero son gente de destino. Y por lo tanto, ten en cuenta que no se debe decir nada que yo no te haya dicho. Dilo con compasión. Asegúrales que conozco el amor que hay entre ellos. Pero eso debe multiplicarse por diez en vista de lo que va a suceder en breve. Habla a los Ministerios Kenneth Copeland y la Iglesia Internacional Eagle Mountain. Diles que los considero como gente de destino tanto como consideré a esos cuatro jóvenes, parte de la nación desterrada lejos de Jerusalén, esperando el día en que Jerusalén vuelva a ser el hogar y el centro de Mi pueblo.
“Tenías la intención de hablar sobre Daniel y ciertos pasajes de este. Es bueno porque está dentro de la guía de Mi Espíritu y en el centro de Mi voluntad. Pero olvídate de tus notas. No estarás sermoneando. Considéralo como un espíritu profético que ha venido a ti a través de Mí. Diles que el secreto de esos cuatro jóvenes, Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego, el secreto era que oraban con frecuencia, aunque se encontraban en una cultura extraña. Ayunaban. Y a medida que hagan lo que te diga que hagan, sentirán que Mi Espíritu descansa sobre ellos, equipándolos, dándoles poder para seguir adelante y ser Mi pueblo en unmundo que no es muy diferente de aquel en el que aquellos se encontraron. Hay tantas culturas extrañas en Estados Unidos. Tantas naciones extrañas en todo el mundo. Y este es un organismo internacional que llega a los rincones más lejanos del mundo.
“Diles que lean el libro de Daniel. Es un libro muy descuidado. Algunos de Mi pueblo han tomado de este ciertas partes que les gustaban. Pero les encargo como un cuerpo a leer todo el libro, comenzando a leer individualmente y luego corporativamente lo antes posible. Deben escucharlo palabra por palabra. Deben tener en cuenta que durante los momentos más difíciles estas personas ayunaron y oraron y dejaron que el ayuno fuera una de las motivaciones claras en su vida para conocer Mi plenitud y conocer Mi plan para ellos.
“Ellos son Mi pueblo. Son gente de Mis elegidos. Son personas de destino. Los líderes deben saber que Mi Espíritu nunca se apartará de ellos. Si ellos se acercan a Mí, Yo me acercaré a ellos. Más que eso, siempre estaré con ellos, nunca retirado a ninguna distancia. Pronto, estarán ministrando en este país.
Ellos también estarán ministrando en otros países, pero cada vez, Mi unción descansará sobre ellos tan poderosamente que sabrán que son gente que Yo he elegido, y se harán disponibles. Quiero que sepan que todos los involucrados en el ministerio, ya sea una tarea servil, la tarea más insignificante a su parecer, si son Mis instrumentos, son importantes. No hay ningún eslabón que se pueda remover de la cadena.
“Repito. Háblales despacio, deliberadamente, sin miedo, pero con compasión divina. Ámalos como Mi pueblo, Mi Iglesia, Mi Cuerpo, Mi novia. Asegúrales una vez más de Mi amor que es infalible en todo momento, y Mi Espíritu que está disponible para ellos en todo momento, ya que Yo habito en ellos, moraré con ellos y en ellos a partir de este día con más fuerza que nunca. Ellos son Mi nación. Ellos son Mi Pueblo de sacerdotes y profetas. Y ninguno de ellos, ni el menor de ellos, debe tratar de apartarse de lo que les voy a revelar y de lo que voy a exigir de ellos.”
Amigos, traté de dormir. Pero este poder de Dios descansaba sobre mí tan pesadamente, tan poderosamente, que… Cuando Dios se me revela, es vivificante y energizante. Sin embargo, esta mañana, cuando me desperté, estaba exhausto. Eso fue una experiencia extraordinaria. Voy a leer algunos pasajes que me vinieron en mente en ese momento, para mostrarles la importancia de este libro. Y, Pastor George, yo no sé cuándo va a empezarlo. El Señor dijo que tan pronto como sea posible que lo hagan; háganlo metódicamente, háganlo fielmente, tanto en sus capacidades privadas, y como Cuerpo unido.
